martes, 8 de octubre de 2013

La sociedad argentina durante la última dictadura militar

La sociedad argentina, acostumbrada a hechos como estos sólo publicados a través de las crónicas de otros países, tenía miedo, miedo de saber, de tener algún tipo de información, de estar enterado de algo.
"El silencio es salud", siniestra ironía escrita en carteles, para anunciar en un lugar donde se cometían aberraciones, en busca de quebrar el silencio heroico de las víctimas.
La sociedad ya no sólo extrañaba el hecho de poder votar, sino también el de poder decir lo que pensaban, tener ideales políticos diferentes a los impuestos. A cambio de estas privaciones, tenían constantes amenazas.
De la manera en que se presentaban los hechos, parte de la sociedad decidió exiliarse, ya sea por razones políticas o laborales, en el exterior o, en otros casos, en las provincias.
En el plano educativo, la censura y la mentira también estaba presente. Los libros eran "transparentes", frívolos, en ellos no existían la mezquindad ni el crimen. Así mismo, la música también estaba reprimida; Los actos de protesta y los cantos populares estaban titulados en su totalidad como "subversivos".
El 80% de los ciudadanos argentinos que entre 1.976 y 1.983 cursaban la escuela secundaria, no recuerda sobre su vida social y/o salidas estudiantiles, tampoco las canciones que escuchaban ni los cantos populares de protesta.
El 17,4%, que pertenecía a la clase alta, parecía haber vivido en otro planeta, aislados del mundo.
El 3,6% prefiere no opinar del tema, por miedo a nuevos actos represivos.
La gente conocía la verdad de lo que estaba ocurriendo, pero la violencia había llegado a tal grado que se sentían intimidados y no se animaban a hablar. Luego de los 2 primeros años fue evidente que la política económica no funcionaba y empezó a notarse cada vez más el problema de los desaparecidos. Fue allí cuando la sociedad, el pueblo argentino, se volvió en contra de los militares.

martes, 1 de octubre de 2013

EL GOLPE DE ESTADO DEL 29 DE MARZO DE 1962

El golpe militar del 29 de marzo de 1962 tuvo elementos tragicómicos que determinaron que no fuera un militar, sino un civil, quien accediera al gobierno luego de derrocar al presidente Arturo Frondizi (radical intransigente).
Frondizi soportó durante su gobierno reiterados planteos e insurrecciones militares, mediante los cuales llegaron a imponerle incluso al ministro de Economía (Álvaro Alsogaray) y terminaron en el golpe del 29 de marzo de 1962, liderado por el Teniente General Raúl Alejandro Poggi, el Almirante Agustín Ricardo Penas y el Brigadier General Cayo Antonio Alsina, los comandantes en Jefe del Ejército Argentino, la Armada Argentina y la Fuerza Aérea Argentina respectivamente.
El hecho que precipitó el golpe fue la amplia victoria del peronismo en las elecciones realizadas once días antes, en diez de las catorce provincias existentes en aquel momento, incluyendo la estratégica Provincia de Buenos Aires, donde triunfó el dirigente sindical textil Andrés Framini. El peronismo había sido proscrito por la dictadura militar de 1955, pero Frondizi volvió a habilitarlo electoralmente, aunque manteniendo la prohibición a Juan Perón de presentarse como candidato y volver al país. Frondizi inmediatamente intervino las provincias en las que había ganado el peronismo, pero el golpe era imparable.
Producido el levantamiento militar el 29 de marzo de 1962, el presidente Frondizi, detenido por los militares en la Isla Martín García, se negó a renunciar («no me suicidaré, no renunciaré y no me iré del país»). Eso llevó a interminables movimientos, amenazas y gestiones que agotaron a los líderes de la insurrección, quienes se fueron a dormir antes de asumir formalmente el poder. En la mañana del 30 de marzo, el general Raúl Poggi, líder de la insurrección victoriosa, se dirigió a la Casa Rosada para hacerse cargo del gobierno, y se sorprendió con el hecho de que los periodistas le comentaban que un civil, José María Guido, había jurado esa mañana como presidente en el palacio de laCorte Suprema de JusticiaGuido era un senador radical intransigente que presidía provisionalmente la Cámara de Senadores, debido a la renuncia del Vicepresidente Alejandro Gómez. Teniendo en cuenta esto, la noche del golpe, algunos abogados relacionados con la Corte Suprema de Justicia de la Nación, entre ellos Julio Oyhanarte, resolvieron que el derrocamiento de Frondizi era un caso de acefalía y le propusieron a Guido asumir la presidencia por encontrarse en la línea sucesoria, algo que éste hizo jurando ante la Corte Suprema la mañana del 30 de marzo.
Entre incrédulos, sorprendidos e indignados, los militares golpistas terminaron aceptando a regañadientes la situación y convocaron a Guido a la Casa Rosada para comunicarle que sería reconocido como presidente, en tanto y en cuanto se comprometiera por escrito a ejecutar las medidas políticas indicadas por las Fuerzas Armadas, siendo la primera de ellas anular las elecciones ganadas por el peronismo. Guido aceptó las imposiciones militares, firmó un acta dejando constancia de ello y recién entonces fue habilitado por estos para instalarse con el título de «presidente», pero con la obligación de clausurar el Congreso Nacional e intervenir las provincias.
Efectivamente Guido cumplió las órdenes militares, anuló las elecciones, clausuró el Congreso, volvió a proscribir al peronismo, intervino todas las provincias y designó un equipo económico de derecha que incluía a figuras como Federico Pinedo y José Alfredo Martínez de Hoz.
Finalmente en 1963 volvió a convocar a elecciones limitadas, con proscripción del peronismo, en las que resultó elegido presidente Arturo Illia (radical del pueblo), saliendo segundo el voto en blanco que muchos peronistas utilizaron como forma de protesta. El Presidente Illia asumió el 12 de octubre de 1963 y también sería derrocado por un golpe militar el 28 de junio de 1966.

EL GOLPE DE ESTADO DEL 16 DE SEPTIEMBRE DE 1955

La llamada revolución libertadora fue una dictadura militar de tipo transitoria, originada en el golpe de Estado que derrocó al presidente Juan Domingo Perón entre el 16 y el 23 de septiembre de 1955, día éste último en que el jefe de la insurrección juró con el título de «presidente», a la vez que disolvió el Congreso. Al día siguiente designó como «vicepresidente» al almirante Isaac Rojas.
La Revolución Libertadora contó con la Junta Consultiva Nacional integrada por la mayor parte de los partidos políticos: Unión Cívica Radical, Partido Socialista, Partido Demócrata Nacional, Partido Demócrata Cristiano y Partido Demócrata Progresista.
El grupo golpista se dividió en dos sectores: un sector nacionalista-católico liderado por el general Eduardo Lonardi, que tomó el gobierno al comienzo, y un grupo liberal-conservador liderado por el general Pedro Eugenio Aramburu y el almirante Isaac Rojas. Este último sector terminó predominando y dando un golpe palaciego, por el cual Lonardi fue reemplazado por Aramburu como «presidente».
La dictadura impuso la proscripción del Partido Peronista y persecución de sus simpatizantes, que se mantendría por 18 años, y la intervención de los sindicatos. También, en un caso sin precedentes en la historia argentina moderna, fusiló a opositores, en algunos casos en forma pública y en otros clandestinamente.
El gobierno militar asignó el Ministerio de Economía sucesivamente a Eugenio Folcini, Eugenio A. Blanco, Roberto Verrier y Adalberto Krieger Vasena, que llevaron adelante una política inspirada en los criterios de los sectores socialmente más acomodados y poderosos económicamente.
Una de las medidas institucionales más importantes de la dictadura militar fue emitir una proclama derogando inmediatamente la Constitución Nacional vigente, conocida comoConstitución de 1949, para reemplazarla por el texto de la Constitución de 1853. Esta medida sería luego avalada por una Convención Constituyente elegida con proscripciones, que sesionó bajo el régimen militar y le agregó el artículo 14 bis.
En 1958 la Revolución Libertadora convocó a elecciones limitadas y controladas por las Fuerzas Armadas, con proscripción del peronismo que fueron ganadas por la Unión Cívica Radical Intransigente (UCRI), un sector de la fracturada Unión Cívica Radical, liderado por Arturo Frondizi, quien había realizado un pacto electoral y político con Perón con el fin obtener el apoyo del decisivo voto peronista a su candidatura. El presidente Frondizi sería a su vez derrocado por los militares cuatro años después.

EL GOLPE DEL 4 DE JUNIO DE 1943

La Revolución del 43 originada en el golpe militar del 4 de junio de 1943 tuvo características distintivas a todos los demás:
Ramón Castillo, el presidente derrocado, era parte del régimen conservador conocido como década infame, originado en el golpe militar de 1930 y apoyado en el fraude electoral generalizado, la represión y la corrupción.4
Único golpe militar que se desenvolvió en medio de una guerra mundial.
No mantuvo relaciones de alianza con los grandes terratenientes y empresarios.
Su desencadenamiento estuvo vinculado a las presiones de Estados Unidos para que la Argentina abandonara su tradicional neutralismo frente a la Segunda Guerra Mundial, con el fin de afectar los intereses británicos en el país y reemplazar a Gran Bretaña como poder económico dominante en la Argentina.
Fue el único golpe de Estado en Argentina que fue pura y exclusivamente militar, sin apoyo civil6
Acabó a todo un sistema de gobierno conservador y de fraude instaurado desde 1930 y que tenía intenciones de permanencia.
Al igual que todo quiebre institucional de la República Argentina, fue muy nocivo en términos de democracia, ya que aún eliminando el «fraude patriótico» de la década anterior, continuó a futuro la nefasta línea de sucesiones de facto al frente del Gobierno.
La Revolución del 43 fue un confuso proceso político durante el cual diversos grupos, muchos de ellos sin protagonismo anterior en la historia argentina, se disputaron el poder. El golpe no tenía pretensiones de permanencia en el poder, por lo que fue una dictadura de tipo transitoria.
Todos los grupos militares que lucharon por el poder durante la Revolución del 43 eran marcadamente anticomunistas y mantenían estrechas relaciones con la Iglesia Católica que recuperó una sólida presencia (perdida desde el siglo XIX), sobre todo en el ámbito de la educación. Las luchas internas desencadenaron dos golpes de palacio, sucediéndose en el poder tres dictadores que llevaron el título de «presidente»: Arturo Rawson, Pedro Pablo Ramírez y Edelmiro Farrell. Durante este período los sindicatos argentinos, principalmente los socialistas y los sindicalistas revolucionarios (pero también algunos pocos comunistas), realizaron upna alianza con un sector de oficiales jóvenes del ejército liderado por el coronel Juan Perón, constituyendo una exitosa corriente laborista-nacionalista, que finalmente terminó predominando y ganando el apoyo de la clase obrera en ese momento en plena expansión y adquiriendo el nombre de peronismo. El período se caracterizó por una extrema polarización de las clases sociales, y llevó también a la conformación de un gran bloque social fuertemente antiperonista, mayoritariamente integrado por los sectores medios y altos.
Económicamente la Revolución del 43 se caracterizó por continuar la política de industrialización por sustitución de importaciones que venía de años anteriores.
La dictadura finalizó con un llamado a elecciones democráticas realizadas el 24 de febrero de 1946, que todos los sectores aceptaron como impecables, en las que triunfó Juan Domingo Perón, quien asumió el 4 de junio de 1946. Perón sería derrocado por un golpe militar en 1955 antes de finalizar su segundo mandato.

Censura de libros durante la dictadura del 1976.

Durante la dictadura hubo mucha censura: de libros, de canciones, de cantantes, de películas, etc.
Muchos libros infantiles fueron censurados, prohibidos y quemados, como:


  • "Un elefante ocupa mucho espacio", de Elsa Bornemann. 
Se firmó un decreto el 13 de octubre de 1977 que lo prohibía ya que habían partes en las cuales los animales realizaban huelgas. 
El decreto decía "[...]se trata de un cuento destinado al público infantil, con una finalidad de adoctrinamiento que resulta preparatoria a la tarea de captación ideológica del accionar subversivo [...]
De su análisis surge una posición que agravia a la moral, a la Iglesia, a la familia, al ser humano y a la sociedad que éste compone."

Portada de "Un elefante ocupa mucho espacio"


  • "Gramsci y la revolución de Occidente" de María Antonieta Macciochi, "Tribunal Russell" Sesiones de Estocolmo, "Sociología de la Explotación", de Pablo González Casanova, "Estudio sobre los orígenes del peronismo", de Juan Carlos Portantiero, "El Poder Negro", de Stokely Carmichael, "El Mayo Francés o el Comunismo Utópico", de Alain Touraine, y "Lógica Formal y Lógica Dialéctica", de Henri Lefevre.
La justificación fue que estos textos "coadyuvan a mantener y agravar las causas que determinaron la implantación del estado de sitio".

Uno de los relatos prohibidos mas conocidos fue El Principito, de Antoine De Saint-Exupéry.

Golpe de estado del año 1930 en Argentina

El golpe militar del 6 de septiembre de 1930 fue liderado por el General José Félix Uriburu y derrocó al presidente Hipólito Yrigoyen de la Unión Cívica Radical, quien había sido elegido democráticamente para ejercer su segundo mandato en 1928. Paradójicamente el general Uriburu había sido uno de los organizadores de la Revolución de 1890, un levantamiento cívico-militar que dio origen a la Unión Cívica Radical.
El 10 de septiembre, Uriburu fue reconocido como presidente Provisional de la Nación por la Corte Suprema mediante la acordada que dio origen a la doctrina de los gobiernos de facto y que sería utilizada para legitimar a todos los demás golpes militares.
Uriburu designó a un civil en el cargo de Ministro de Economía, José S. Pérez, vinculado a los grandes terratenientes y a los sectores más conservadores.
El gobierno militar se proponía establecer un gobierno de inspiración fascista y le encargó la redacción de su proclama inicial al escritor Leopoldo Lugones, quién había adherido a las ideas fascistas en 1924, al pronunciar ante los jefes militares un difundido discurso «La hora de la espada», donde el escritor anunciaba el deterioro de la democracia, su inestabilidad y su devenir hacia la demagogia. Una de las primeras medidas de Uriburu fue establecer una estructura estatal represiva ilegal, creando una "sección especial" de la policía para utilizar sistemáticamente la tortura contra los opositores, siendo la primera en utilizar la electricidad con tal fin, mediante las picanas diseñadas para el ganado.
Al no poder instaurar el régimen político que se proponía ante la falta de apoyo político, Uriburu llamó a elecciones pero dispuso proscribir la participación en ellas de la Unión Cívica Radical. La reinstauración democrática fue falaz, restringida y controlada por las Fuerzas Armadas que dio origen a una serie de gobiernos conservadores fraudulentos y corruptos que fueron conocidos como la Década Infame.El 20 de febrero de 1932, el general José Félix Uriburu le entregó el poder al general Agustín P. Justo, verdadera fuerza material del golpe de Estado; que si bien proponía este, pretendía un gobierno democrático conservador y restringido.

Dictadura del 76 en Argentina

Proceso de Reorganización Nacional es el nombre con el que se autodenominó la dictadura militar que gobernó la Argentina desde el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, que derrocó al gobierno constitucional de la presidenta María Estela Martínez de Perón (peronista), hasta el 10 de diciembre de 1983, día de asunción del gobierno elegido mediante sufragio de Raúl Alfonsín (radical). Una junta militar, encabezada por los comandantes de las tres Fuerzas Armadas, ocupó el poder, una etapa que suele ser denominada simplemente como «el Proceso». Es considerada «la dictadura más sangrienta de la historia argentina». El período se caracterizó por el terrorismo de Estado, la constante violación de los derechos humanos, la desaparición y muerte de miles de personas, el robo sistemático de recién nacidos y otros crímenes de lesa humanidad. Un largo derrotero judicial y político ha permitido condenar a parte de los responsables en juicios que aún continúan su curso.

Canciones censuradas durante la dictadura de 1976

Las canciones censuradas fueron: